viernes, 1 de febrero de 2013

Parafraseando a Dukan... o cómo variar sus recetas para que sea más divertido

Bueno, en este mes empecé y dejé, empecé y dejé, empecé y dejé.

Entonces no me quedó otra que mirarme en el espejo y reflexionar.

Pensé y pensé, me miraba en el espejo, miraba mis fotos de hace un año atrás... un sólo año, unos doces meses... y me parece increíble. Ya me olvidé lo que era tener semejante sobrepeso, ya no me acuerdo lo mal que me sentía... lo poco que podía hacer con mi vida. Miro mis fotos de hace un año y trato de recordar, de hacerme la conciencia... no puedo volver a eso, nunca más así de débil, ni desvalida, ni olvidada.

Y con eso agarro empuje, porque yo ya había empezado a hacerme el autoboicot... a autoconvencerme de que quizás yo ERA ASÍ... gordita, que 20 kilos sobre mi peso "ideal" no son en realidad tantos, que estoy cómoda... nah, nah, nah, nah, nah... me había prometido a mí misma bajar todos los kilos juntos y de una vez por todas... TODOS. Y ahora estaba aflojando, y sabía de antemano que iba a aflojar y me había preparado para eso, ¡para resistir!
Una vez empezada la dieta me parecía inverosímil no poder resistir. Me acuerdo que pensaba "es sólo un pedazo de pizza, el mundo no se acaba ni cambia si yo no lo como, lo único que se transgrede es mi dignidad" y lo creía así y así lo hacía. Me acordaba de esos tiempos en que pensaba que unos bizcochitos de grasa o un helado iban a mejorar mi día, que tenían un efecto mágico y me hacían bien... esas mentiras que uno se dice, la adicción que nos juega en contra; con la dieta por la mitad... todos esos recuerdos me provocaban un poco risa y un poco pena. Sentía pena por mí misma, me daba lástima haber sido tan adicta a la comida y también vergüenza  porque perder así el control de la propia mente, del cuerpo... me da mucha vergüenza.
Primero me salí de la dieta a modo de festejo, con alegría y moderación. Pero también vinieron las fiestas, con sus problemas, momentos de tensión y partes tristongas (además de las cosas hermosas y lindas que suceden en esos días); y de a poco fui cayendo de nuevo en esta necesidad de escape y me tropecé ... unas cuantas veces. Engordé 4 kilos y medio en total, en unos 2 meses de "libertad". Ahí entendí la importancia, no sólo física sino también psicológica de hacer la fase 3 y luego la 4, tal como lo propone el libro.

Esto de empezar y dejar me hizo recordar que el libro dice que mientras más veces empezás las dietas (no sólo esta) menos efecto tienen, así que me decidí y reempecé ya por última vez en mi vida.

Me miraba en el espejo y veía... que perdí 55 kilos en 11 meses... los números me impresionan, son tan dispares que me cuesta dimensionar. Me saqué mucho de encima en muy poco tiempo. Me está costando reajustarme a mí.
Estéticamente estoy muy cómoda, los kilos que me quedan no me molestan. Pero sé que 20 kilos de más no son salud, y me conozco y también sé que 20 kilos de más fácilmente se me hacen 30 kilos de más.
Así que bueno: tripa, corazón y ha seguir camino.

Me puse inventiva para hacer comidas ricas PP, porque esta vez se me está haciendo complicada la fase de ataque.

Les propongo para el veranito, unos panquequitos para comer fríos o tibios, dulces o salados.

Modificando un poquito las recetas del libro, mezclo un huevo (o dos claras), una cucharada sopera de queso blanco 0%, pimienta y sal. Es válido ponerle los salvados, pero si no les gusta mucho pueden obviarlos. También se puede variar también agregándole un poquito de leche (una cucharada de té, o dos...o tres... a gusto) y una cucharada a ras de maicena o leche en polvo descremada.

Esto va a necesitar un poquitito de aceite en aerosol, para que no se pegue. La masa alcanza para dos panqueques finos.

Para comer fríos se pueden encimar con jamón natural y queso light. Como aderezo uso el queso blanco batido con queso light de untar saborizado (los únicos aptos son los Tholem) y un poco de leche 0% para que quede más chirle.

Para hacer calentitos: pongo la mitad de la masa en el fuego, una vez que la doy vuelta le pongo el queso light por encima, jamón natural (serrano) y lo tapo.

Para hacerlos dulces cambio la sal y la pimienta por edulcorante. A veces le pongo escencia de vainilla, otras  de limón, sino le agrego café o cacao amargo desgrasado. Esos se comen así solitos, si la masa se hace un poco espesa quedan como torrejitas dulces, lo cuál es una buena opción para la merienda con mates que uno está acostumbrado a sacar y sacar comida de un platito (en reemplazo de las galletitas o bizcochos, que son porciones pequeñas e inacabables para las manos ansiosas)

Si están leyendo esto y están haciendo el método Dukan, espero les sirvan mis ideas. Y si están haciendo otras dietas, espero que encuentren inspiración: ¡se puede comer rico y sano!.

Ya les contaré cómo termina mi última fase de ataque... ¡Saludos!

miércoles, 2 de enero de 2013

360 días... o cómo llegar al año a dieta.

A casi un año de empezar la dieta, llevo perdidos 55 kilos.
Me tomé unas vacaciones de la dieta para las fiestas, pero no lo recomiendo. ¡Cuesta muchísimo volver! y en seguida subí 3 kilos. Debo decir que abandoné completamente la dieta, no pasé por ninguna de las otras fases. Pero el 02 de enero retomé desde el principio, empezando con la fase uno nuevamente.

Después de los primeros 9 meses de dieta, se empezó a poner difícil. Me empecé a cansar de los alimentos permitidos y necesitaba unos cambios, con el trajín de la vida se me dificultaba cocinarme cosas más sabrosas y terminaba comiendo todos los días lo mismo. Tuve que sentarme y evaluar mis prioridades, había dicho que mi prioridad nro 1 del año iba a ser bajar de peso, por mi salud física y mental, por mi espíritu. Pero no fue tan fácil como al principio, que simplemente me convencí y empecé y todo fue sobre ruedas. Me pasaron diferentes cosas a nivel personal que me descolocaron, me bajonearon, y la dieta empezó a perder importancia. De todas formas, todos los días me repetía las mismas frases que me ayudaron a empezar "no puedo seguir haciendole esto a mi cuerpo", "puedo cambiar, yo puedo con esto", "un dulce no me va a hacer una persona más feliz"; y aunque no tuvieran el mismo efecto, y no lograran convencerme del todo, lograron evitar que decaiga del todo. 

Al principio me vino bien salirme un poquito, probar algo acá, algo allá. Pero después te entra esa sensación de "uh, mañana vuelvo a la dieta estricta, así que hoy tiro la casa por la ventana", y querés comer cosas sólo porque engordan y después no vas a poder; si tenés alma de gordito me entendés a la perfección. Entonces creo que es importante controlar ESA parte, no porque uno haya decidido darse un changüí en la dieta tiene que atiborrarse de todos los prohibidos. Intenté, aunque debo admitir que no siempre lo logré, salirme en algunas ocasiones pero continuando el resto del tiempo dentro del método y sólo con los alimentos permitidos; así controlaba las ganas de tirar la toalla completamente. Habiendo bajado 55 kilos, una parte de mí ya se da por satisfecha, pero me prometí que iba a bajar hasta el último kilo que me sobra, y que no me iba a conformar con menos que eso; así que diciendomelo a mí misma todos los días, junté la voluntad para empezar de nuevo.
Calculando: si no me hubiera salido nunca, es posible que ahora estaría a sólo 4 kilos de mi meta, en vez de seguir a 15 de distancia. Por eso les recomiendo no bajar los brazos, si el Dr. Dukan tiene razón, y es la última dieta de tu vida... entonces no te detengas, ¡es posible llegar a la meta!. Siempre será mejor si sólo se empieza una vez.

Si decayeron o se salieron del camino un tiempo, no se desanimen, ¡hay vuelta atrás! Intensifiquen la caminata, no olviden los dos litros de agua, repitan la fase 1 y luego la 2, lean el libro nuevamente, hablenló con familiares y amigos, se sorprenderán de las respuestas. Me ayudó mucho revisar mis armarios y organizar mi ropa. Todo lo que me quedaba grande lo regalé a personas que lo necesitaban así, grandes; no quería donarlo a un lugar cualquiera y que terminaran achicándo o cortando las telas, sino que le fuera de utilidad a alguien con el mismo problema que yo. La chica a la que le regalé todo, me dijo que se inspiró y bajó 6 kilos después de hablar conmigo; ¡me alegró mucho! y más ganas me dió de continuar la dieta, nos retroalimentamos. Hice un esfuerzo y me compré un par de prendas nuevas. Si pueden darse ese gusto, háganló, cada 10 kilos más o menos. Es muy motivamente entrar en un negocio y probarse ropa uno o dos talles menos y que te quede bien (¡aunque no lo compres!).Pero en realidad nada fue tan bueno para mi voluntad como el ponerme un jean que adoro y no me entraba hace 6 años, y además, tengo que achicarlo porque me queda un poco suelto. Son las pequeñas cosas que me ayudan a entender la importancia de lo que estoy haciendo, de recordarme que antes no estaba viviendo, que hace a penas un año había renunciado a mucho de mi juventud y a actividades que me traen mucha alegría, y hoy sí puedo hacerlas. 

También imprimí unas fotos, de antes de empezar con el método Dukan, y las puse donde las veo todos los días. Fue tan rápida la bajada de peso que me vienen bien para recordar donde empecé, porque parece todo muy lejano, como que nunca ocurrió. Pero no quiero olvidar, porque no quiero que me vuelva a pasar. 

Y para volver a engancharme me decidí a buscar recetas y voy a compartirles la del ketchup dietético!

Me gusta bastante el ketchup, y debido a la falta de aderezos en los permitidos, es muy llamativo tener una salsita rica para hecharle a la carne o ensaladas. Sería sólo apta para los días PV.


 Ketchup Casero:  -Un kilo de tomates maduros (o puré de tomate) -dos cebollas-un pimiento verde -un pimiento rojo-un diente de ajo-media cucharadita de sal fina-media cucharadita de pimentón dulce-media cucharadita de mostaza en polvo-pizca de pimienta molida-pizca de clavo molido (opcional)-EDULCORANTE A GUSTO. Cocino todo como haciendo una salsa, y luego lo trituro con la minipimer, pero no es necesario, yo lo hago para que tenga más aspecto de ketchup. 


En resumen: me estoy valiendo de todos los recursos que encuentro para seguir adelante, ya me queda poco, es un último esfuerzo.
 ¡Les deseo un excelente comienzo de año! y que como a mí, ¡se les renueven las energías para hacer todo lo que quieran!


jueves, 12 de julio de 2012

Balance Semestral... o cómo superar la meseta sin desesperar ni desistir.


9 de julio, día de la independencia. Ese día cumplí 6 meses bajo la dieta Dukan. 
Llevo perdidos 32 kilos, teniendo un promedio de 4 kilos por mes. Aunque a esta altura, teniendo en cuenta la bajada inicial sobre las proteínas, debería haber bajado al menos 4 kilos más, pero este mes me estanqué, durante todo junio bajé sólo un kilo y medio.
Antes de perder las ganas y el entusiasmo con la dieta, debí sentarme a reflexionar el por qué, y plantearme los pasos a seguir.
En primera instancia, consideré que llegué a una de las tan famosas mesetas, venía bajando como chijete y llegué al punto en que todo se vuelve más lento. ¡Pero no quiero que se vuelva más lento! ¿puedo volver a tener un buen ritmo de pérdida de peso? Así que no me quedé con esa simple reflexión y me pregunté a mí misma si estaba haciendo todo lo que dice la dieta a raja tabla: ¿tomo 2 litros de agua por día? Mmm no, quizás un litro con suerte. ¿Camino media hora por día? Uff, ¡no! Estuve internada en mi casa estudiando y trabajando, no tuve tiempo de salir a caminar. En el libro dice todo el tiempo, que la gran base del éxito de la dieta está en esos dos puntos, y yo no lo estuve haciendo. Claro, si bajaba de peso igual.
Por lo tanto me propuse: organizar mis horarios para que pueda caminar media hora diaria.  Sacando cálculos me di cuenta que para cumplir con eso sólo debía hacer 8 cuadras de ida, y 8 de vuelta. Si pensamos que hacer una cuadra nos lleva promedio 2 minutos, en 16 cuadras habremos hecho 32 minutos. Al menos a mí me lleva esto, quizás alguien con más entrenamiento, hace sólo un minuto por cuadra. 
Para que caminar no me robe tiempo ni de trabajo ni de estudio decidí ubicarlo en mi horario de almuerzo. Normalmente, entre que cocino, almuerzo y hago un poco de sobremesa tranquila, me tomo desde las 12hs a las 14hs. A veces, cuando estoy muy compenetrada en mi trabajo o estudio, recién  me lo tomo a las 12:30hs, y retomo de igual manera a las 14hs. Por lo que me propuse caminar entre ese tramo de las 12hs y 12:30hs, y para aumentar mi rendimiento cuando me levanto en la mañana, ya me visto deportivamente, me pongo las zapatillas, y preparo el mp3 si es que tengo ganas de llevarlo. Así que cuando son las 12, sólo tengo que levantarme de la silla y cruzar la puerta de calle, caminar un poco, despejarme y volver.
No se imagina, lector, lo mucho que esto ha mejorado mi rendimiento en general. El darse un tiempo para relajarse y poner el cuerpo en movimiento, es un hábito que seguiré cuando termine la dieta. ¡Me ha sido altamente productivo!
Es decir, lo que recomiendo respecto de la caminata, es identificar esos momentos “vagos” en que uno simplemente no está haciendo “nada”, o está entre medio de actividades; porque si lo pensamos en 16 cuadras, son 4 vueltas a la manzana, es decir, no es necesario ir lejos.  No le busque excusas, realmente ¿qué es media hora, de las 24 que tiene el día, para dedicarle a bajar de peso? ¿a incorporar un hábito sano para su mente y cuerpo? Son sólo 30 minutos de los 1440 que tiene el día. Dicho así… es más fácil encontrarle un lugar en nuestra rutina.
El agua me resultó más difícil, siempre lo logro hacer un par de días y luego lo olvido. Pero estoy trabajando en eso. Me compré una botella de agua mineral de 2lts, y la llevo conmigo a donde voy en la casa, la llevo como se lleva el celular a todos lados el celular. Es difícil no notarla porque es grandota y pesada, así que eventualmente la voy tomando.
Espero obtener los mismos resultados que meses anteriores y sacarme de la meseta en la que caí.
También soy consciente de que al peso al que llegué, es un peso que tengo desde hace más de 6 años, los otros los subía, bajaba, subía y bajaba, pero éstos ¡son de los estables!. Así que le voy a poner garra y paciencia, cruzar esta barrera seguro va a renovar mi entusiasmo y me va a poner muy feliz.
Así que bueno, es cuestión de armarse frente a los desafíos, y enfrentarlos con ganas y energía.

lunes, 21 de mayo de 2012

Salir o no salir... o cómo sobrevivir a salidas con amigos o viajes prolongados.

Cuando no estoy cómoda en mi cuerpo, que tengo kilos de más (en esta ocasión tenía MUCHÍSIMOS) y que no logro sentirme bien conmigo misma, tiendo a ser retisente al salir a la calle. Ni hablar de ir a reuniones o cumpleaños, bares, boliches, etc.
Hace algunos años que no soy asidua de los lugares nocturnos, por un lado seguramente es porque ya no tengo 15 años y hay cosas que me aburren y me molestan, pero el lado más pesado y fuerte seguro es el sobrepeso. Se me ha dado más por las reuniones en casas, con amigos, en lugares donde uno puede conversar y verse las caras. Normalmente, al menos en mi país, estas reuniones se hacen con la excusa de una comida : "¿comemos unas pizzas esta noche?", acompañado de un obligatorio "porrón". todas las ocasiones que empecé una dieta, me aislé de todo este tipo de reuniones, dejé de asistir, dejé de organizar. Llegaba el inevitable cumpleaños de un amigo muy querido, al cuál iba y siempre me salía de la dieta (de todas formas era una sola vez, si no salía nunca, etc).
Esta vez, saqué el calculo estimado de cuánto tiempo me llevaría hacer completo el método Dukan, y en completar las fases 1, 2 y 3 iba a tardar tres años y unos meses. Me dije "no puedo pasarme 3 años y pico sin vida social", así que me propuse llevar la dieta a todos lados.
En el mismo libro Dukan te da consejos de cómo sobrellevar una salida con amigos, aunque no me resultó de ayuda, sí me dio el parámetro de "se puede tener vida social haciendo una dieta", ¡es más! puedo seguir mi vida normalmente haciendo una dieta.
El 9 de enero del 2012 (día que empecé el método Dukan) fue lunes; el miércoles tenía organizado un día de quinta con amigos, que incluía el almuerzo y la merienda. Me preparé mi vianda: una lata de atún, queso blanco 0% grasa, especias, yogurt descremado para la tarde y una gaseosa light.
Mis amigos comieron sanguches de jamon y queso, galletitas dulces y tereré (que no tomé durante todo el método ya que no están autorizados en el libro, dice gaseosas pero nunca habla de los jugos en polvo. Cuando leí los ingredientes me pareció que tenían varios contenidos que no eran del todo aptos para la dieta). Se hacía de noche y los chicos decidieron hacer unas pizzas a la parrilla e insistieron en que no me vaya, que me quedara. Me quedé, pero cometí el error de comprar un yogurt y luego cenar bien en mi casa.
Una vez ahí me dí cuenta de que podría haber comprado un pedazo de pollo y haberlo puesto a la parrilla también. Porque fue realmente triste comer el yogurt mientras ellos comían las sabrosas y suculentas ( y con un excelente aroma) pizzas. Pero ese día me sirve aún, porque todavía cuando me entra la tentación pienso "si la dieta sobrevivió ese día, ¡puede sobrevivir cualquiera!" Ningún dulce ni pizza en el mundo es suficiente para achacar el esfuerzo de ese día, no puedo traicionarme a mí misma, después de todo el camino recorrido (¡el cuál inlcuye ese día!).
Fue especialmente difícil para mi porque los tres primeros días de la dieta son los peores... son en los que te entra el síndrome de abstinencia a los carbohidratos y matarías a cualquiera por un pedazo de pan. Además, la pizza es mi debilidad... ¡¡y a la brazas!! No, la verdad es que me quería morir. Pero ninguno de mis amigos me convidó, ni me insistió para que probara un pedacito, ni nada. ¡Es más! seguro me retaban si siquiera intentaba probar algo. Así que por eso debo agradecerles, no siempre uno tiene la fuerza para sostenerse y sirve el apoyo logístico.
Por lo tanto, si usted lector, está siguiendo la dieta, le recomiendo que no abandone su vida social. Que no le apene llevar su vianda a todos lados. A mi me sirvió mucho mezclar y hacer aderezos con el queso blanco 0%, para los días de proteínas sobretodo o para las ensaladas en los días PV, al principio sólo lo batía un poco y le ponía sal. Luego empecé a experimentar con especias : provenzal, orégano, pimentón. Conseguí la mostaza Dijon que recomienda el método, y también empecé a mezclarlo con el queso blanco 0%. Batiéndolo, agregandole especias a gusto, sal a gusto, y un chorrito de leche, se logra un aderezo exquisito para ensaladas. Hubo unas semanas que hacía y guardaba en frascos : aderezo provenzal, encebollado (con cebolla de verdeo o con cebolla deshidratada para poder comerlo el día PP también), con mostaza, a la albahaca, de orégano, con pimienta y sal. También a veces le pongo champignones y se lo agrego al pollo en la plancha, y es una versión Dukan del pollo al champignon muy rica. 

Al principio me hice adicta a la primer receta del libro, que está a un costadito (no en la sección de recetas) en la fase 1: un huevo, dos cuchadas de avena de salvado, una cucharada de avena de trigo, una cucharada de queso blanco. A veces le agregaba un poco de café, o de vainilla, o de chocolate amargo y edulcorante y lo ahcía en la sartén como un panqueque. Sino le agrego pimienta y sal, una vez medio hecho en la sartén le agrego queso desgrasado y jamón natural (jamón de york) y lo tapo un tiempito para que se derrita el queso. Eso se puede cortar a la mitad y encimar como un sanguche o lasagna. Y experimentar, si le gusta cocinar... ¡experimente! no puedo prometer que todos los experimentos resultarán, pero sí que cuando funcionen se verán renovados sus deseos de continuar con la dieta.

Con todos estos pensamientos en mi cabeza, no dudé en inscribirme en unos cursos en el Teatro Colón en Buenos Aires, lo cuál incluía 18 días de viaje, y una agenda apretada que no me permitiría cocinar como solía hacerlo. De todas formas me llevé de mi casa muchas cosas de la dieta, y las ganas de continuarla durante el viaje. Como paraba en el departamento de un amigo, pensé que sería fácil... al tener acceso a una cocina y eso. Bueno... no sé si difícil, pero fácil seguro que no fue.
Siendo del interior del país, y siendo éste un país centralizado en su capital dejando un poco fuera del plano todo aquél territorio externo a la C.A.B.A., pensé que al llegar a "la City" no iba a tener ningún problema en encontrar variedad de productos.
No pude haber estado más equivocada, lácteos descremados... unos pocos y justo de la marca que no me gustan mucho, así que comí uno... o dos, como mucho durante el viaje. Carne era imposible conseguir a buen precio y ... buen estado, es increíble el estado de la carne en los supermercados bonaerenses. La mayoría de las veces estaba carísima y en terrible estado (ya casi negruzca). Así que, nada de carne. Pescado no como excepto atún, así que viví con las latas de atún que me llevé de mi casa, porque mi presupuesto de viaje no me permitía comprar allá, aunque creo que compré una o dos latas baratas (y después me arrepentí). Por lo tanto tomaba un café con leche por la mañana, tomaba un yogurt al mediodía-hasta que me cansé de la marca fea, así que después sólo almorzaba una botellita de coca cola zero. Recién a las 8pm llegaba al dpto, me cocinaba y ahí comía la única comida preparada del día. Trataba de esmerarme, de suplir con huevo la falta de carne, y hacer una linda presentación de la comida, porque también nos entra por los ojos.
Ni hablar de los días en que salimos con amigos, normalmente yo cenaba en el departamento (me llenaba, comía rico y abundante)  y los acompañaba a ellos que comían pizza en algún bar, y yo tomaba una gaseosa light. Recomendaría no tener miedo de abusar de las gaseosas light, no es lo más sano del mundo, pero son un buen amortiguador de ganas de dulce, sobretodo al principio... y llenan, eso es importante. Nunca salir con hambre, si se tiene el estómago lleno no dan realmente ganas de salirse de la dieta, y uno se evita el sufrimiento.
Algo que se puede comer afuera por ejemplo es el pollo al wok con verduras, no se hace con aceite y siempre es sabroso. ¡Ni hablar de las parrillas! También hay lugares con muchas variedades de ensaladas que se pueden comer en los días PV.

Como mencioné antes, no fue fácil, pero lo logré. Volví a mi casa 18 días después, con 6 kilos menos. Caminé mucho en Buenos Aires y eso me ayudó; había pasado un mes y medio y ya había bajado 14kg. Estaba muy feliz conmigo misma, resistí todo el viaje (no lo dije antes, pero ¡viajé con una amiga que no paró de comer carbohidratos y dulces! ¡y sobreviví!) sin decaer, había vuelto a hacer ejercicio y además venía con un montón de conocimientos nuevos aprendidos en los cursos.

Creo que lo principal es proponérselo, y repito: NUNCA IR A REUNIONES CON HAMBRE, llevarse comida sabrosa y que nos guste, que no nos provoque envidia la comida de los demás. Llevar siempre chicles en la cartera y no tener miedo de abusar levemente de las gaseosas light.



martes, 24 de abril de 2012

Dukan llega a mí... o Cómo logro empezar la última dieta de mi vida...

Bien... ¡hola!
¿Cómo bajar de peso sin morir (o matar a alguien) en el intento? ha sido siempre una pregunta sin respuesta para mí. En mi caso particular está todo relacionado a un problema con la ansiedad, por lo tanto "dieta" era sinónimo de "sensible", "suceptible", "al borde de un ataque de nervios".
Siempre tuve unos kilitos de más, unos 4 o 5, luego fueron 7 u 8, como sin darme cuenta fueron como 20 o 30  y seguí subiendo.
Tuve que dejar de bailar porque me lesionaba debido al sobrepeso, tampoco podía seguir las rutinas. Dejé de caminar como ejercicio porque el peso me hacía doler la espalda. Y también, sin darme cuenta, dejé de vivir la vida.
Mi familia intentó ayudarme a hacer una dieta, no tuvieron mucho éxito.
Hace un año empecé un psicólogo especialista en estos temas. Él me ayudó a ver mi comportamiento hacia la comida, qué producía que comiera de esa manera, entendí muchas cosas. Me dieron muchas ganas de solucionar mis problemas con la comida, pero el psicólogo seguía sin ayudarme con un problema primordial : MI FALTA DE VOLUNTAD. Por alguna razón, la fuerza de voluntad que tanto me caracterizaba años atrás, en estos momentos que más la necesitaba me estaba fallando, y este señor no pudo ayudarme. Así que dejé de ir, intenté durante el año empezar un par de dietas, fui a una nutricionista (no llevo contados a cuántos especialistad en nutrición fui en mi vida, pero seguro más de 10) diciendo "bien, bueno, ésta es... esta dieta me va a ayudar". Y no más sentada ahí en su consultorio la escuchaba hablar y pensaba "esto no me va a servir, no es nada nuevo, todo esto ya lo sé, pero mi problema no es 'no saber cómo comer', sino... la voluntad". Encima, la mujer no paraba de contarme como ella comía así desde los 13 años y más me hacía pensar que era totalmente incomprendida en ese lugar.
Así que abandoné completamente el tema y decidí empezar a nadar, a bailar nuevamente y pensé que seguro, con la actividad, vendrían las ganas de la dieta. También pensé que iba a perder un par de kilos sólo por hacer actividad física. Pues no... nada de eso pasó.
Llegaba fin de año y otra vez había pasado sin que yo haya perdido ni un solo kilo, es más, había aumentado alrededor de 6 kilos.
Estaba por darme por vencida, entregarme a una vida de gordita, en la cuál la danza (y muchas otras cosas) no tiene lugar. Desmotivada por la cantidad enorme de kilos que necesitaba bajar, pensando que jamás lo lograría, que para qué hacer el esfuerzo. Me escudaba en el "Yo soy así"...
En eso llega mi papá de un viaje, y me da un libro: "lo traje para ustedes" me dijo, por mi mamá y yo. Años atrás mi papá le trajo un libro a mi hermana, uno para dejar de fumar. Mi hermana, que es mucho más ansiosa que yo, fumaba 2 atados por día y si llegaba a quedarse sin cigarrillos... había que salir de su camino o enfrentar las consecuencias. Leyó el libro y dejó de fumar.
Dado el antecedente, me entusiasmé. Pero también pensaba "si, bueno, algún día la haré"... es decir, nunca. Pero llegaron las fiestas, y el momento de ponerse ropa linda, y a mi nada me quedaba. Así que le heché una miradita al libro, y me atrapó.
Me atrapó que propone que ésta, sea la última dieta que hagas. Es decir, que hagas esta dieta, bajes todo lo que tengas que, y no lo subas nunca más. "Es la idea, no? de toda dieta" pensaría uno, pero ésta en particular te da un régimen para cada etapa, asegurándote que no lo recuperás. Y sí, un poco es creer o reventar. Pero por alguna razón, decidí creer.
Esperé que pase el cumpleaños de mi mamá, y mi papá partiera de viaje nuevamente. Empezamos el método Dukan el 9 de enero de 2012. 
Leí el libro entero, luego releí las partes, lo volví a leer entero. Asegurandome de entender todo, hice la lista de alimentos permitidos, así como lo aconseja en el libro, y me fui de compras.
En el super me sentía como esa gente alérgica o vegana, que mira todos los ingredientes, que se asegura que además de tener el "0%" en el dibujo del paquete, en el cuadro nutricional concuerde la información, etc. Tardé cerca de 3 horas hacer lo que siempre demoro 1 sola hora. Pero valió la pena, siguiendo a raja tabla la dieta bajé 8 kilos en los primeros días. 
Los verdaderos días en que uno se siente "haciendo dieta" son los 3 primeros. En el libro dice que al partir del tercer día, el cuerpo se siente saciado y pierde la "necesidad" de harinas y demás. Es tal cuál, así como lo dice, así me pasó. Si pasan el tercer día, los demás no son nada. Es la primera vez que logro hacer dieta y salir con amigos, festejar un cumpleaños, irme de viaje, y en ningún momento sufrir o verme tan tentada como para salirme. No dejo de tener ansiedad, es parte de mi carácter, pero en lo que respecta a la comida... ya no siento ansiedad por comer. No sé si el día que deje la dieta lo volveré a sentir, pero por el momento siento que recuperé control sobre mí y eso me hace sentir poderosa, fuerte, que puedo con este reto que yo sola me puse en la vida. Puedo superar este obstáculo, porque yo ... no SOY así, ESTOY gorda... pero no lo soy. Mis malos momentos, mis depresiones, no van a definir quién soy. YO puedo hacer esto por mí. Antes me ganaba la ansiedad, era más fuerte que yo, las ganas de dulce eran más fuertes que yo, no podía ver a nadie comer facturas o alfajores o caramelos, sin querer uno yo también (y de hecho no parar hasta tenerlo). Hoy yo soy más fuerte que eso, ¡y no es poco! Si sos de los míos me vas a entender.
En unos pocos días, Dukan me devolvió la esperanza, las ganas de vivir, la fortaleza, la voluntad y el control sobre mí misma, sobre mi vida... ¡y sólo es un libro para adelgazar! Una ganga, ¿no?

Si con todo esto te interesé, te recomiendo compres el libro ( o los libros, son dos) y no te guíes por las explicaciones en internet. Para hacer las cosas bien, hay que leerlas de la fuente original. En Argentina el libro no se consigue (el temita de las importanciones), pero si se busca en internet encontrás en versión "pdf" los dos "No consigo adelgazar" y "El método Dukan". No quiero compartir los enlaces por cuestiones legales, sabrán entender.

Ya llevo 3 meses con la dieta, y me cambió la vida. (si, parece publicidad de "llame ya" pero es la absoluta verdad). De a poco iré contando las recetas que descubrí que no están en el libro, los experimentos culinarios que me mando (que a veces me salen bien, otras ...no), las equivalencias que podemos encontrar en nuestro país, y para quién le interese: mi travesía por la dieta :)



PD: quería compartir fotos de cómo era yo al comenzar el método, pero no me anda bien la aplicación... la próxima entonces :(




¿Método Dukan? ... o ¿cómo es esto?

Sacado de la página oficial del método :

El método Dukan : adelgazar de forma natural

Doctor Pierre Dukan
Adelgazar en un contexto de abundancia es algo antinatural, penoso y a menudo insoportable. El método Dukan propone adelgazar de forma natural, con un regreso a los alimentos fundadores de la especie humana, los alimentos de los primeros hombres, los cazadores-recolectores, las proteínas y verduras, 100 alimentos de los cuales 72 provienen del mundo animal y 28 del vegetal. Y esta oferta viene acompañada de las palabras mágicas: “A VOLUNTAD”.

Consejos para adelgazar de forma natural

Una de las mayores ventajas de nuestro método para adelgazar es su fuerte estructura encuadrada e integrada. Si sigues al pie de la letra nuestros consejos para adelgazar, perderás peso de forma regular.

Un método para adelgazar y estabilizarse en 4 etapas

4 fases acompañan al usuario desde el primer día de la dieta, para no abandonarle nunca más.
4 fases, de la más fuerte, encuadrada y eficaz, a la más abierta y estabilizadora.
4 fases que se suceden una a otra para conseguir el objetivo ideal: adelgazar de forma natural, rápida, estabilizadora y duradera.

1 - Una fase de ATAQUE breve y fulminante, con resultados inmediatos. Durante esta fase, la dieta está compuesta por 72 alimentos con gran cantidad de proteínas.

2 - Una fase de CRUCERO que conduce de una sola vez al Peso Justo. Durante esta fase, hay que alternar días de proteínas alimentarias puras (Fases PP) con días de proteínas acompañadas de las 28 verduras recomendadas (Fases PV).

3 - Una fase de CONSOLIDACIÓN de 10 días por kilo que es la puerta al regreso a una alimentación equilibrada. Una libertad vigilada cuyo objetivo es echar raíces en ese peso francamente conseguido y aún vulnerable. Con esta fase se ve el regreso progresivo de los alimentos de placer con las dos comidas de gala.

4 - Una fase de ESTABILIZACIÓN definitiva basada en 3 medidas simples, concretas, poco penosas pero no negociables. Esta fase es la parte más fácil y la más esencial de nuestro método para adelgazar ya que el 95% de las personas que siguen una dieta recuperan el peso perdido.

http://www.dietadukan.es/index.php